Uno de los caficultores que asistió a la reunión con @rd.oxfam en la que se demandan efectivas políticas públicas para el café dominicano me dijo una frase que a veces olvidamos:
“Si no hay café en las alturas; no habrá agua en las llanuras”
Efectivamente lo que el caballero quiere decir aquí es que el bosque cafetalero de la República Dominicana representa una de las unidades de filtrado y retención de agua más importantes para garantizar la disponibilidad de este recurso esencial durante todo el año especialmente en las épocas de sequía. Perder la producción de café es también perder la disponibilidad de agua.
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