La propuesta más sensata para resolver el problema del café dominicano es desarrollar un mercado más justo, mejor representado, un comercio más directo.
Los monopolios, usualmente funcionan bajo un acuerdo no legal de gobierno-empresa, pero dejan como resultado un sector productivo con un crecimiento soslayado.
[dsgnwrks_instagram_embed src=»https://www.instagram.com/p/BrWJEyEhWSE/» type=»video»]